sábado, 30 de abril de 2011

Otro Afuera


Eramos tan jóvenes, tan inocentes, aunque en el fondo creo que la única inocente era yo, y tan débil e indefensa en un mundo de afilados dientes blancos.

Tampoco suavizar por engañarlos, más qué falacias de corderos entrenados, si habré cruzado puertas en otros infiernos.


Furia de sangre caliente; el redoble de un corazón violeta y la exaltación, sin rastros del llanto y la rabia tan pura,

Animal / Esclava de la naturaleza que obliga / Atada al entendimiento que arrastra / Obligada a falsos límites, imprecisas definiciones /

Decime,
-Decime porque lo hiciste, decime algo que me calme y detenga este torbellino pero ya es muy tarde y no hay retorno-

Miro mis manos, me veo a mi misma, me busco en medio de ese jardín tan familiar, y sé que en ese momento te odio más que nunca, y que ya estoy fuera de mí.

No es una abstracción contemplativa, no puedo esquivar las espinas y pensar en cosas grandiosas. No puedo desacelerar ni virar el rumbo. Quisiera verme, pero no puedo volver el tiempo atrás.

Estoy en otro afuera y secretamente me gusta, como el éxtasis o estornudar. Es la culminación de un sentimiento y hoy te odio más que nunca.

viernes, 15 de abril de 2011

Permeable

Te vuelvo a ver. El mismo de siempre, aunque todo ha cambiado y no me reconozco en tu cuerpo. Busco tu media sonrisa, tus ademanes inteligentes y unos brazos en los que por fin caerme, pero me despierta el piso y la misma dificultad.
Sera que era verdad eso de que no existe el cambio. Que siempre es lo mismo; la misma traba, el mismo goce vano, la misma puerta. El escape. Volvemos siempre a la misma cuna y no hay forma de escapar a nuestro destino de hombres.

jueves, 14 de abril de 2011

¿Adonde corren las ambulancias?

Dijo que le angustiaba su sonido estridente porque se sentía perseguida. Sus familiares, o ella. Lo mismo daba.

Si me reí no fue de escéptica, había pensado en eso antes.
Siempre me pareció patético el show. Un poco de suero, la extracción de sangre, midiendo indicadores, velando por las noches. En movimiento. Cualquier cosa mejor que esperar.
¿Quién sabe? Tal vez si podamos adelantarnos a la muerte.

domingo, 10 de abril de 2011

Ayer

No era la primera vez que lo sentía. Tampoco la segunda. Y aunque en algún lugar dentro mío sé que pasa desde siempre, preferiría no saberlo y ser ignorante ante esta clase de suposiciones tan perturbadoras.

Lo que llega rápido se va igual de rápido -pienso- Aunque estoy convencida de que puedo encontrar ejemplos de lo contrario. Sé que solo son patrañas de apaciguamiento interior, que repito hacia mis adentros para disuadirme de algo que ya he decidido ¿Puede uno salir de esto?

A medida que me voy alejando la potencia se apaga. Y mientras me siento a llorar para adentro, en el tacho de las hojas que arranco, para convencerme de lo que conozco imposible, no soy tan ilusa como para creer que existe un límite.

Como al comienzo de la función; La luz se atenúa, tragada por lo oscuro, y ya ni me acuerdo quien soy. Solo que esta vez no es voluntario. Siento que se acerca y tiemblo de antemano como en la cama me vuelvo ante el calambre futuro.

Es miedo puro. Puedo verlo, pero no quiero que otros lo vean, porque ser transparente y vulnerable a los ojos de esos que no soy yo puede costarme la partida.

Espero no sea una larga noche.