Eramos tan jóvenes, tan inocentes, aunque en el fondo creo que la única inocente era yo, y tan débil e indefensa en un mundo de afilados dientes blancos.
Tampoco suavizar por engañarlos, más qué falacias de corderos entrenados, si habré cruzado puertas en otros infiernos.
Furia de sangre caliente; el redoble de un corazón violeta y la exaltación, sin rastros del llanto y la rabia tan pura,
Animal / Esclava de la naturaleza que obliga / Atada al entendimiento que arrastra / Obligada a falsos límites, imprecisas definiciones /
Decime,
-Decime porque lo hiciste, decime algo que me calme y detenga este torbellino pero ya es muy tarde y no hay retorno-
Miro mis manos, me veo a mi misma, me busco en medio de ese jardín tan familiar, y sé que en ese momento te odio más que nunca, y que ya estoy fuera de mí.
No es una abstracción contemplativa, no puedo esquivar las espinas y pensar en cosas grandiosas. No puedo desacelerar ni virar el rumbo. Quisiera verme, pero no puedo volver el tiempo atrás.
Estoy en otro afuera y secretamente me gusta, como el éxtasis o estornudar. Es la culminación de un sentimiento y hoy te odio más que nunca.