martes, 1 de septiembre de 2009

Sinestesia

Si termina para todos ¿Por qué es diferente para él?
¿Qué se siente saber lo que nadie sabe? Pero que él sabe, aunque no a ciertas. Porque aunque todos lo saben, nadie lo sabe, salvo él. Que lo piensa. Lo mastica, lo deja reposar y lo vuelve a retomar más tarde. Su juego se ha convertido casi en un ritual, un ritual que lo persigue, obligándolo a jugar, una vez más.
Por las noches las fantasías lo desagrran, lo empujan hacia los extremos de sus entrañas ensangrentadas que ya no pueden sino llorar a borbotones de tan cansadas que están.
A veces las aves le conceden el silencio, a veces ni siquiera ellas pueden rescatarlo de su prisión.
Y pasan las horas de los dias, y él siempre ahí. Pensando. Luchando sin uñas contra un séquito invisible de enemigos silenciosos, que avanza en forma inexorable...
...indiferente a sus lamentos.